TEKNAUTAS Así funciona la 'app' española de rastreo de contagios con tecnología de Apple y Google


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De la misma forma que fue una de las primeras en ver cómo parte de su territorio avanzaba a fase 1 sin pasar por el primer escalón del desconfinamiento diseñado por el Gobierno, Canarias será el lugar donde se despliegue en pruebas la aplicación con la que las autoridades sanitarias pretenden seguir el paso de cerca al coronavirus.
Casi al mismo tiempo en el que Nadia Calviño, ministra de Economía (departamento del que cuelga la Secretaria de Estado para el Avance Digital), hacía este anuncio en el Congreso, Apple y Google anunciaban que su sistema para alertas de posibles contagios en Android e iOS ya está preparado y que en las próximas horas habrá una actualización de sus sistemas operativos, para que los diferentes estados puedan hacer uso de esa funcionalidad en las herramientas que diseñen. Entre los Gobiernos que utilizarán este sistema, se encuentra el Ejecutivo de Pedro Sánchez.


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En las últimas semanas se ha hablado mucho de lo que proponían estos dos gigantes de la tecnología. Lo primero que hay que explicar es que no se trata de una aplicación, sino de una API. Esto es una serie de herramientas que permiten desarrollar aplicaciones. Habitualmente suelen ser diferentes pero en este caso no. Y que hayan aunado esfuerzos para crear un sistema común significa que se acelerará la implementación de estas soluciones así como se reducirán las incompatibilidades y problemas en el uso consumo energético, entre otros aspectos.

No, no hay geolocalización


Países como Suiza no esperaron a Google y Apple y pusieron en marcha el protocolo DP-3T. (Reuters)
Países como Suiza no esperaron a Google y Apple y pusieron en marcha el protocolo DP-3T. (Reuters)

Lo segundo que hay que aclarar es que en ningún caso se utiliza la geolocalización del móvil. Lo que se utiliza es el Bluetooth del móvil. Este permite detectar cuando estamos en contacto con otras personas el suficiente tiempo y lo suficientemente cerca para saber si hemos estado expuestos al coronavirus, momento en el que cambian una pequeña matricula anonimizada. Si en los siguientes 14 días alguien reporta un positivo, a través de ese identificador se consigue enviar una alerta a los que hayan podido resultar contagiados y tomar las medidas adecuadas. El uso de esta tecnología, además de ser más respetuosa con la privacidad que el GPS o sistemas similares, es más efectiva en interiores. El sistema guarda ciertas similitudes con el protocolo DP-3T al que han recurrido países como Austria, Estonia o Suiza.

La API diseñada por Apple y Google se basa en el Bluetooth y es un sistema descentralizado


El tercer punto que hay que recordar, y que ha sido objeto de tiras y aflojas con varios países, es que Google y Apple han impuesto un modelo 'descentralizado'. Es decir, la información no se guarda en un servidor central, sino que se codifica y se guarda encriptado en los modelos de los usuarios. Explicado sin entrar en excesivas disquisiciones técnicas, esto se pierde la posibilidad de que los Gobiernos manejen toda la información, por ejemplo, para construir modelos epidemiológicos o mapas de calor. Pero, sin embargo, es una vía más segura ya que para 'hacerse' con toda la base de datos no tendrías que 'asaltar' un único punto, sino atacar todos los dispositivos móviles.



Ilustración: Diseño EC.
Ilustración: Diseño EC.


Complemento a los rastreadores

Estos sistemas se han considerado claves para hacer una desescalada más segura, que la que se podría llevar a cabo tirando solo de rastreadores, una figura que sigue siendo imprescindible. Pongamos un ejemplo práctico. Si un asintomático sale de casa y durante el día está en contacto con su pareja, mantiene una conversación con un desconocido en la máquina de café y viaja en un vagón de metro abarrotado o acaba en una fiesta de discoteca multitudinaria, todos los que tendrían esta 'app' podrían ser avisados fácilmente si días después da positivo y estuvieron expuestos y ponerse en cuarentena antes de mostrar síntomas, si es que llegan a tenerlos.


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En el caso de utilizar sistemas de rastreo manual, localizar a la pareja sería muy fácil, mientras que a partir de ahí se complicaría mucho. En lugares como Corea del Sur han recurrido a cosas como los movimientos de las tarjetas de crédito para trazar los contactos. Sea como sea, son dos patas de una estrategia para evitar nuevos focos, en la que la capacidad de diagnóstico también es fundamental.

22 países

En una conferencia de prensa a nivel europeo en la que ha participado en este periódico, ambas compañías han dado más detalles de la solución que han creado. "A partir de hoy, nuestra tecnología de Notificación de exposición estará disponible para las autoridades sanitarias tanto en iOS como en Android", han comunicado. "Durante las últimas semanas, los ingenieros de nuestras dos empresas han trabajado juntos, contactando con autoridades sanitarias, científicos, asociaciones para la protección de la privacidad y gobiernos de todo el mundo, con el fin de recabar información y orientación", han comentado.


Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

A día de hoy han sido cerca de 22 países los que han solicitado acceder a la API y han recibido el visto bueno para trabajar con ella. Insisten en que ellos no han desarrollado una aplicación, sino la API sobre la que luego actuarán los países. Es un sistema universal, por lo que esto da pie a crear aplicaciones interoperables. Es decir, si uno viaja a Alemania, Bélgica o el país que sea, también podría recibir el aviso de una posible exposición en el extranjero aunque las 'apps' sean diferentes.

La API también permitirá a los gobiernos algo de autonomía a la hora de fijar ciertos parámetros como definir lo que constituye una exposición, determinar el número de veces que ha estado expuesta así como combinarse con otros datos que se incluyan siempre voluntariamente para contactar con las personas. También se podrá incluir la capacidad de contagio en el modelo de riesgo.

Es una API universal, así que las 'apps' de los diferentes países son compatibles si la utilizan

Para evitar tentaciones, ambas compañías ya habían impuesto varias condiciones. Además de ser un servicio centralizado "por o para una autoridad de salud pública del gobierno" y su fin solo se puede circunscribir a la respuesta del covid-19. Cuando alguien reporte un positivo, deberá incluir un código de test único así como una fecha para evitar reportar falsos positivos.

Es una instalación voluntaria, por lo que un sistema unificado como este puede ayudar a alcanzar ese 60% de la población, donde muchos ponen el nivel mínimo para que realmente sea efectiva. En todo momento, se requerirá el consentimiento explícito del usuario, que tendrá la posibilidad de activar o desactivar este sistema de alertas desde el menú de configuración. Otra de las exigencias es la "recogida mínima de datos" que en ningún caso podrán usarse con otros fines como "publicidad dirigida".


Foto: Apple y Google.
Foto: Apple y Google.


En esta fase final se han introducido diferentes mejoras en el funcionamiento con el fin de mejorar la privacidad. Ambas compañías han cuidado al máximo desde el principio esto a sabiendas de lo sensible que supone el manejo de datos personales, especialmente cuando se trata de información sanitaria. En el caso de Apple, además, está el factor de que ellos han construido su imagen de marca en torno a la seguridad y la privacidad de sus dispositivos.

Las claves que intercambiarán los teléfonos se generarán aleatoriamente, en lugar de ser una clave de seguimiento temporal. Eso impedirá, por ejemplo, que alguien adivine la secuencia de cómo se generan y utilicen esa información para intentar asociarla a un usuario y rastrearle. Además de las capas de encriptación ya anunciadas anteriormente, se han encriptado los metadatos que se generan con el Bluetooth y que podrían ayudar a identificar un modelo de móvil, a través de la potencia de la señal.

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