Vamos que curras en la empresa OVB, no has currado de asesor financiero en tu vida, pero te han hecho creer que, sin formación universitaria o de FP, vas a ser como el lobo de Wall Street en cursos intensivos donde un flipado en corbata te cuenta que gana 30.000€ al mes. Quieres hacer una cartera de clientes para recomendar los productos financieros que te han dicho que coloques, PREFERENTEMENTE LOS DE AXA O ALGÚN PIAS, por ejemplo. Encima para colmo estas dando aquí la cara y te han dicho que has firmado un contrato laboral de la leche, pero lo que no sabes es que en realidad, para tu sorpresa y porque no te lo ha revisado ningún abogado, es un contrato mercantil. Cuando el cliente pierda toda su pasta y denuncie, la aseguradora no se responsabilizará de la operación y dirá que vino recomendado por OVB, que tiene un documento donde apareces como asesor y que según lo que firmaste en ese maravilloso contrato, no dudará en dejarte con el culo al aire, teniendo que asumir TÚ la indemnización que dictamine un juez a favor del cliente. Así que antes de que metas a más gente o enroles a algún familiar ¡huye!