ABC Becas deportivas en el extranjero, la pista de lanzamiento para lograr nuevas metas


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Cada año alrededor de 600 jóvenes españoles se marchan a estudiar a Estados Unidos gracias a una beca deportiva que les permite compaginar la universidad con el deporte. Se trata de una opción que va ganando seguidores ya que en España resulta muy difícil estudiar una carrera a la vez que se mantiene un alto nivel deportivo. « Aquí las universidades no tienen tanto dinero como las americanas, donde hay muy buenas instalaciones deportivas y cuentan con un sistema deportivo vertebrado a través de los propios centros universitarios en lugar de las federaciones como ocurre en España. Y otro aspecto importante: «Entrenar y jugar no afecta a tus rendimientos académicos», cuenta Álvaro Corrales, director de operaciones de AGM, una de las agencias que ayudan a los jóvenes a acceder a estas becas deportivas en los centros norteamericanos. El perfil de estos estudiantes es el de buenos deportistas que normalmente no están pensando en ser profesionales, aunque hay excepciones, pero que gracias a su alto nivel deportivo se les abren puertas para tener una buena formación académica. El deporte acaba por ser su aliado perfecto para una formación en el extranjero y en algunos casos en universidades de gran nivel a las que difícilmente podrían acceder si no fuera por sus habilidades deportivas. Nacho Alastuey es futbolista. Criado en la cantera del Real Zaragoza, llegó a proclamarse campeón de España juvenil. El año pasado se marchó a estudiar a la Florida Atlantic University. «Empecé a estudiar Derecho y ADE en Zaragoza pero no había facilidades para compaginar el fútbol con mis estudios», afirma el joven futbolista. Poco después decidió optar por una beca en el extranjero, «una decisión que me salió de dentro». El balance de este primer año no puede ser más positivo: «Cuando juegas para tu universidad tienes un prestigio, los profesores te valoran, somos ejemplos a seguir», comienza por señalar. A nivel deportivo, las instalaciones son de último nivel. Todos los días entrenan de 9 a 11 de la mañana y tiene clases entre las 13 y las 18 horas. «La primera diferencia que veo es que en EE.UU. eliges tu horario, lo adaptas a tus necesidades, lo cual implica que no siempre tienes los mismos compañeros. Hay mucha gente que compagina estudios con trabajo», puntualiza. Entre los meses de agosto y diciembre es la temporada más fuerte en la que se acumulan viajes cada 3-4 días. Ante las ausencias en las clases cuenta que «resulta fácil recuperar ese tiempo, te ayudan, hay mucha flexibilidad». Los estudiantes disponen de un asesor académico que les sirve de conexión entre la actividad deportiva y la universidad. Alastuey no pierde la esperanza de ser jugador profesional. «Si después de estudiar cuatro años puedo seguir jugando, sería estupendo, si no, me gustaría quedarme aquí a trabajar», añade. Este futbolista accedió a la beca a través de AGM, la agencia que le ayudó a preparar las pruebas de idioma y de acceso universitario pero sobre todo a buscar becas en distintas universidades. «Hay muchas opciones en función de los deportes. El fútbol y el tenis son los que más se piden en España ya que el nivel es superior al norteamericano y nuestros jugadores destacan. En el baloncesto es más difícil por el alto nivel que hay allí pero también se piden becas, deporte seguido por el golf, la natación y el atletismo», explica el Álvaro Corrales. El importe de las becas varía mucho de un estudiante a otro ya que depende de su nivel deportivo y de sus resultados académicos. Como media, «los estudiantes se marchan pagando entre 10.000 y 15.000 euros al año para cubrir todos los gastos», pero hay quien consigue becas que cubren el 100%. En ocasiones son los propios estudiantes quienes optan por pagar más para poder acceder a mejores universidades. La tenista Ana Utrilla se marchará el próximo curso a estudiar Ingeniería Biomédica en Pittsburgh con una beca que le cubre la totalidad de los gastos. Es decir, la matrícula, la residencia, la alimentación, los libros y el material deportivo. Esta joven de Guadalajara entrena desde los 10 años en Madrid y allí conoció a jugadoras que optaban por estudiar en Estados Unidos. Y acabó por seguir su ejemplo. El curso comienza el próximo 13 de agosto, aunque unos días antes reciben a los nuevos estudiantes. Se muestra ilusionada ante esta nueva etapa. Según le han contado, «se entrenan 20 horas a la semana y hay dos temporadas. Una de agosto a noviembre, más individual, y a partir de enero se enfrentan las universidades», cuenta la tenista. Para Utrilla, su meta es poder seguir jugando al tenis a la vez que estudia: «Esto es algo que en España no puedo hacer porque no existen las facilidades como en Estados Unidos. Esta beca de tenis es una vía para conseguir mis metas tanto deportivas como académicas». Apoyo económico El extenista Jorge Carretero cursó una beca de tenis en Western New Mexico University, Saint Francis College (Nueva York), y al volver quiso ayudar a otros deportistas y estudiantes a forjarse su futuro en Estados Unidos fundando Global College. Trabajan sobre todo con tenistas: «Para ellos estas becas son un apoyo económico enorme. En España se tienen unos gastos anuales de unos 30.000 euros para entrenar, viajar y conseguir material y allí no pagas nada», subraya Carretero. «Estas becas son un apoyo económico enorme» Carretero recuerda que muchos de los jóvenes becados «son buenos en el deporte pero no para ser profesionales. Pero esta actividad deportiva les abre las puertas para ir a muy buenas universidades». Ahora empiezan a acompañar a jóvenes que se irán en 2021 y 2022: «Les orientamos en la parte académica y deportiva». El precio que las agencias llevan para asesorar a los estudiantes ronda los 3.000 euros, a los que hay que sumar el valor de las pruebas, visados y vuelos. El fundador de Global College recuerda que son varios los deportistas olímpicos de natación y atletismo que están becados estudiando en EE.UU. «Hay buenos profesionales que han salido de las universidades, como es el caso de John McEnroe. En el fútbol femenino hay muy buen nivel. La jugadora del Atlético de Madrid, Deyne Castellanos, pasó por una universidad norteamericana», señala Carretero. Los estudios por los que más optan los jóvenes españoles son los relacionados con los Negocios pero también hay muchos que eligen la rama de Ingeniería así como todo lo relacionado con las Ciencias del Deporte. Según pasan los años hay más demanda de estas becas y se exige más nivel, aunque al haber tanta oferta «lo normal es encontrar una beca siempre que se tenga el perfil adecuado». Actualmente las mujeres tienen mayores oportunidades ya que hay muchas becas para el deporte femenino. Incluso, se llega a dar el caso de equipos en los que todas sus jugadoras están becadas. UCAM, la alternativa en España En España la universidad que más apoya la carrera deportiva de sus estudiantes es la Universidad Católica de Murcia (UCAM), donde es habitual encontrar en sus aulas a deportistas de élite. Por este centro han pasado Mireia Belmonte, Saúl Craviotto y Javier Fernández. Aquí han sabido adaptarse a las necesidades de los deportistas, ofrecen becas y ponen a sus disposición sus instalaciones y preparadores deportivos. Cuentan también con un tutor académico personal y les planifican las materias de estudios, los ejercicios y exámenes de forma online o semipresencial, en función de su tiempo disponible. Gracias a un acuerdo con el COE, la UCAM está apoyando actualmente a 450 deportistas y se muestra como la universidad del mundo con mayor número de olímpicos y paralímpicos. Entre los proyectos de la institución está prevista la instalación de un centro de alta especialización profesional en el ámbito del deporte, la salud y la nutrición.

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