ABC Bill Gates anticipó lo que sería internet en 1995


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Sobre lo que representa socialmente la figura Bill Gates hay sentimientos encontrados. Durante su dirección de Microsoft, empresa de informática que cofundó con su amigo Paul Allen, era visto como un «enemigo». No despertaba la emotividad de otro empresario, Steve Jobs, el hombre de la manzana mordida. Hizo, sin embargo, que su empresa llegara a todo el mundo y, fuese como fuese, convenciera a millones de personas de la necesidad de ponerse a mirar por otra ventana para conocer el mundo, el ordenador. En los últimos años, reconvertido en filántropo, ha ganado el pulso como visionario. Hace 25 años, uno de sus memorandos avanzaba, antes de que se produjera el «boom» que es ahora, de la importancia que iba a tener una cosa llamada «Internet» y que, por entonces, estaba creciendo rápidamente. Entonces, cuando aún no se había consolidado, Gates se vio obligado a defender las oportunidades que brindaba internet. Iba a venir a cambiarlo todo, avanzó. Defensor de esta tecnología. El concepto de World Wide Web (las tres famosas WWW) surgió entre marzo de 1989 y diciembre de 1990 por el inglés Tim Berners-Lee (embarcado ahora en un proyecto para reformular su idea) con la ayuda del belga Robert Cailliau mientras trabajaban en el CERN en Ginebra (Suiza). A mitad de los noventa, todavía no se había visto todo su potencial aunque por entonces un 14% de los estadounidenses usaba internet. El fundador de Microsoft lo vio claro: «Un lugar donde las personas pueden publicar información. Pueden tener su propia página de inicio, las empresas están allí, la información más reciente», llegó a defender en una entrevista en «Late Show with David Letterman». Era 1995, año de la aparición de Windows 95, uno de los sistemas operativos más exitosos de todos los tiempos y el ecosistema con el que millones de personas descubrieron la informática doméstica. Llegó a decir entonces que internet iba a «permitir a los usuarios ver un partido de béisbol cuando quisieran». Ahora, con la perspectiva que otorga el tiempo, se ve con profunda claridad que la distribución de contenidos multimedia y el fenómeno de las retransmisiones en «streaming» es imparable. También comentó la importancia que cobraría la Inteligencia Artificial, una tecnología de la que se lleva poniendo sus cimientos desde hace cincuenta años pero que en los últimos años ha avanzado rápidamente hasta convertirse en el nuevo reto socioeconómico. Pero unos meses antes, el 26 de mayo de 1995, hoy hace 25 largos años, Gates trasladó a todo su equipo de dirección un memorando titulado «El maremoto de internet» (PDF). Nueve intensas páginas llenas de vaticinios en donde describía, con pelos y señales, el medio que iba a cambiar la sociedad y la economía en su conjunto en solo un cuarto de siglo. Un célebre documento en el que alertaba del impacto que iba a tener en el negocio de la empresa estadounidense, que por entonces fiaba todo su potencial a la venta de licencias Windows. «En los próximos 20 años, la potencia de los ordenadores será superada por las mejoras exponenciales de las redes de comunicaciones. La combinación de estos elementos tendrá un impacto fundamental en el trabajo, la educación y el ocio», señaló, entonces, Gates. «Hasta el mercado de CD-ROMs se verá dramáticamente afectado por internet», vaticinaba. El empresario, que por entonces tenía 39 años, manifestó que «internet está a la vanguardia de todo esto y los desarrollos en los próximos años marcarán el rumbo de nuestra industria durante mucho tiempo». Y añadía: «Lo más importante es que internet ha empezado como un lugar para publicar contenido. Tiene suficientes usuarios para beneficiarse de un ciclo de retroalimentación positiva gracias a que cuantos más usuarios gana, más contenido obtiene; y cuanto más contenido obtiene, más usuarios gana. Animo a todos los miembros del personal ejecutivo y sus informes directos a usar internet». «Un desafío técnico al que se enfrenta internet es cómo manejar el contenido "en tiempo real", específicamente el audio y el video. La tecnología subyacente es una red de paquetes que no garantiza que los datos se muevan de un punto a otro a una velocidad adecuada. La congestión en la red determina la rapidez en que se envían los paquetes de datos», sostenía Gates, quien añadía que las compañías de telecomunicaciones se iban a ver obligadas a cambiar su infraestructura de comunicación. Pero intuía que el desarrollo no estaría completo hasta que las compañías de cable o telefonía hicieran «una gran inversión». El empresario también se refiere al navegador «nacido» en internet, Netscape. «Su navegador es el dominador, con un 70% de uso, lo que les permite determinar qué extensiones de red se pondrán al día», explicaba. Investigaciones por posible monopolio Este memorando sonaba a recomendación pero era más bien una advertencia. El documento se tradujo en la inclusión de Internet Explorer, el navegador de internet de Windows, que daría pie a una década de litigios e investigaciones de las autoridades competentes que anticipaban prácticas monopolísticas. Microsoft fue demandado por el gobierno de Estados Unidos en 1998 por competencia desleal. Tras esta denuncia, la empresa se vio obligada a lanzar una versión de Windows 95 sin su célebre navegador de internet. Frases como «Internet va a ser crucial para cada parte de nuestro negocio» o «es el desarrollo más importante que ha surgido desde que se introdujo el PC de IBM en 1981» no hicieron más que entregarle la razón al empresario en su intento de diseñar una estrategia empresarial por la cual lograra que Microsoft no solo entrase en la Red sino que lo dominase.

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