Un Tribunal de Milán (norte) ha puesto bajo administración judicial a la filial italiana de la plataforma Uber por las condiciones de los repartidores de su servicio de comida a domicilio «Uber Eats», según medios locales. La Sección de medidas preventivas del Tribunal milanés investiga si se explota a los repartidores o «riders» de la popular plataforma de pedidos a domicilio, informa la agencia Ansa. La investigación corre a cargo de la unidad de policía económica de la Guardia de Finanza, especializada en cuestiones fiscales y de fronteras, y está siendo coordinada por los fiscales Alessandra Dolci y Paolo Storari, de acuerdo a las mismas fuentes. En el centro de la investigación estaría el fenómeno del «caporalato», una forma ilegal de reclutamiento de mano de obra a través de intermediarios o capataces, pero por el momento no han trascendido más detalles. El medio digital «Open» apunta que se recibieron denuncias de que algunos repartidores con documentación en regla en Italia reclutaban a inmigrantes en situación irregular para hacerles trabajar a sus órdenes a cambio de un pequeño porcentaje de los beneficios.
