La vuelta a la «nueva normalidad» también implica que los servicios de movilidad en las grandes ciudades empiecen a funcionar de nuevo. Entre ellos, los coches de alquiler retornan a las ciudadaes pero con algunos ajustes. La seguridad es lo primero, aunque durante la pandemia de nuevo coronavirus Covid-19 se ha visibilizado la necesidad de encontrar nuevas formas de transporte en las grandes ciudades. Más motores eléctricos para reducir la contaminación y la consolidación de las fórmulas compartidas son, según los expertos, uno de los caminos en las ciudades del futuro. Después de dos años y medio el 14 de marzo Zity, servicio de alquiler de vehículos sin conductor por minutos, detuvo su servicio, pensando en la seguridad de sus trabajadores, y sus clientes, más allá de la alerta nacional. Una flota de 800 coches se pusieron a resguardo, y durante este tiempo la empresa ha estado en standby, aprovechando para pensar cómo adaptarse a la nueva situación. Pero ha llegado un punto en el que se aúnan, tanto las medidas de desescalada, como la situación de la pandemia, que posibilitan abrir el mercado en Madrid, por lo que el miércoles día 20, a las 8 de la mañana los coches de esta compañía participada por Ferrovial y Renault se podrán volver a alquilar. Para salvaguardar la seguridad de sus clientes la empresa se apoya en tres bloques de barreras de seguridad contra el contagio. El primero es el obvio, el propio contexto, ha cambiado en los últimos dos meses ya que la pandemia está remitiendo. El segundo punto es que la ciudadanía es consciente de su propia seguridad, y sabe cómo minimizar el riesgo de ser contagiado. El conductor está obligado a llevar mascarilla en todo momento, y sólo podrá haber una persona por línea de asientos, o cinco por vehículo, siempre que procedan del mismo domicilio. Y por último, los procedimientos de higienización de la flota, será redoblado con tratamientos de ozono cada 48 horas como máximo. El punto más incontrolable de este plan es que el conductor y los pasajeros lleven su mascarilla puesta, relata en una entrevista con ABC el director general de la compañía Zity, Javier Mateos, quien asegura que al ser un vehículo público, es obligatorio. El uso de guantes es recomendable, siempre que no impidan la conducción, pero no es obligatorio. La empresa entregará mascarillas, en los coches, pero es más para concienciar y reforzar el uso de éstas, que para distribuir mascarillas. «Esperamos que a la vuelta del verano retornar a la actividad normal», avanza. «El punto más incontrolable es el de la mascarilla, hemos pensado en poner cámaras, sistema de asistencia dentro del coche para saber que los ocupantes la llevan». También han lanzado un sistema de mensajes desde la propia aplicación con recomendaciones, y recordando la necesidad de usar mascarilla, además de un canal de WhatsApp para transmitir las novedades del servicio, con las recomendaciones y obligaciones. Mateos tiene claro que entre mayo y junio no van a recuperar la misma actividad de antes del confinamiento. Según los índices que provee el Gobierno, en la M-30 hay un 55% menos de tráfico que antes del confinamiento. Pero la empresa espera volver a la normalidad después del verano. Con el objetivo de paliar la escasez de demanda de los próximos meses han creado un sistema de alquileres de larga duración. Se podrá alquilar un vehículo por varios días, un máximo de tres, minimizando así los riesgos al tener sólo un único usuario, sin compartirlo con terceros durante varios días. Se podrá usar el coche sin límite geográfico, sólo teniendo en cuenta los 300 kilómetros de autonomía de la batería, siempre que la zona de recogida de alquiler y retorno sea el interior de la M-40, y ciudades periféricas, como Pozuelo, Alcobendas o Coslada, 200 kilómetros cuadrados, como antes del confinamiento. Además, las tarifas pasan a ser dinámicas, pasando el precio mínimo por minuto de 21 céntimos a 17 céntimos. Los vehículos al precio mínimo serán señalados en el mapa con un icono amarillo, para que se puedan encontrar fácilmente.
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