La elección de una carrera puede resultar un proceso largo y difícil para todos aquellos alumnos que no sienten una vocación clara por alguna profesión. La amplia variedad de estudios que existe hoy en las diferentes universidades dificulta aún más esta elección. Son muchos los factores a tener en cuenta antes de tomar una decisión ya que la situación personal y familiar de cada candidato también influye. Los expertos en orientación dan varios consejos a los estudiantes para que puedan ponerlos en práctica antes de decidirse. Unas pautas que aunque parezcan evidentes muchas veces se ignoran según se agota el tiempo para entregar la lista de opciones. Y es precisamente tiempo el que se debe invertir para acertar en la elección. «Hay que dedicar tiempo a la reflexión, a conocerse uno mismo mejor, a analizar nuestras habilidades técnicas, aficiones…», indica Paloma Saa, adjunta al vicerrector de Alumnos de la Universidad CEU San Pablo. Es una decisión personal en la que es importante «preguntar a las personas del entorno que han estudiado y en qué trabajan, porque así vemos distintas salidas para los estudios», señala Sara Peinado, directora de UAM Estudiantes-Promoción y Atención Integral. Y como apunta Marga Montes, orientadora educativa del Colegio San Agustín, «hay que analizar bien todas las variables para tomar la mejor decisión que se adapte a lo que me gusta y a aquello en lo que soy bueno». 1. Reflexionar con tiempo. La elección de la carrera conlleva un tiempo de reflexión que debe comenzar al menos en 1º de Bachillerato. «En 2º los alumnos están más descentrados por la EvAU y es importante que empiecen antes a pensar y valorar las opciones», subraya Paloma Saa, del CEU San Pablo. Una reflexión consciente para analizar bien todos los condicionantes. Son muchos los factores a tener en cuenta. 2. Tener en cuenta los gustos e intereses propios. A la hora de elegir la carrera es importante tener en cuenta nuestros gustos, pensar en los grados que nos suscitan más interés y donde vamos a estar más cómodos estudiando. «No sólo hay que tener en cuenta las salidas profesionales de las carreras porque si elegimos aquello que nos interesa seremos mejores académicamente», sentencia Sara Peinado de la UAM. «Empezar haciendo una lista de diez opciones e ir reduciéndola» 3. Hacerse una idea real de la carrera. Es posible que los jóvenes tengan una idea equivocada de lo que son realmente unos determinados estudios. «Es importante que se hagan una idea real y no basada en lo que uno cree», avisa Marga Montes, del Colegio San Agustín. Para ello hay que analizar las asignaturas que se incluyen en cada grado y siempre nos ayuda conocer las opiniones de estudiantes que las estén cursando. 4. Pensar cuál es mi trabajo ideal. Antes de elegir hay que pararse a pensar cuál es nuestro trabajo ideal y qué debilidades y fortalezas tengo para lograrlo. «Podemos intentar visualizarnos dentro de 15 años en ese trabajo para ver si encajamos, muchas veces sentimos un pálpito que ayuda a decidir», asegura Paloma Saa. Además para lograr ese trabajo siempre se puede completar la formación con estudios de posgrado. 5. Contemplar varios caminos. Para llegar a un determinado ámbito de conocimiento existen varias vías de estudio. «Muchos alumnos se sorprenden porque sólo contemplaban una carrera y descubren que para acceder a determinadas profesiones tienen varias opciones», recuerda Sara Peinado. Por eso es importante conocer qué nos ofrece cada carrera y cómo aplicar esos conocimientos al mundo laboral. 6. Hacer una lista de diez opciones. Las posibilidades de grados son tantas que muchos alumnos no logran centrarse. Los orientadores aconsejan «hacer una primera lista de 10 opciones, y poco a poco ir reduciendo esa lista», afirma Marga Montes. Esa primera selección nos permite incluir estudios diferentes y analizar otras opciones. Incluso conviene analizar los nombres de las carreras, que nos pueden llevar a equívocos. 7. Asesorarse en los centros de orientación. «Los alumnos pueden recurrir a los servicios de estudiantes de los centros universitarios porque encontrarán una visión diferente sobre los estudios, más allá de lo que aparece en la web o en los folletos. Hay cosas que no se pueden escribir pero sí transmitir con las palabras. Los estudiantes te agradecen mucho que les abras el ámbito de visión», señala Sara Peinado. «Hay que pensarlo incluso antes del examen de la EvAU» 8. Analizar las universidades. Es importante dedicar tiempo a conocer las distintas universidades. «Hay muchos factores a tener en cuenta como la cercanía, el coste, los planes de estudios, las prácticas que nos ofrecen, su apertura internacional y también el valor añadido que encontramos en cada centro, ya sea su vida universitaria o los seminarios y cursos que organiza. Todo es importante», cuenta Paloma Saa. 9. Pensar en las asignaturas que se me dan bien. Además de nuestros gustos tenemos que tener en cuenta las asignaturas que nos resultan más fáciles por nuestras habilidades académicas. «Es importante pensarlo incluso para el examen del EvAU, de cara a las ponderaciones», matiza Marga Montes. Pensar en estas asignaturas nos puede ayudar a descubrir distintas carreras en las que podemos tener éxito. 10. Pros y contras de las carreras. Cuando seleccionamos varias carreras podemos ver los pros y contras de cada una de ellas. «La dificultad que tienen sus asignaturas, las exigencias de la carrera, las salidas profesionales que tiene y si se trata de un grado que te puede ayudar a conseguir lo que quieres en un futuro», asegura Paloma Saa. Y, del mismo modo, también es necesario ver si «esas carreras encajan con tu perfil». 11. Consultar a los que te rodean. En esta fase de análisis nos puede ayudar preguntar a las personas de nuestro entorno qué es lo que han estudiado y cómo ha sido su trayectoria profesional. A amigos de nuestros padres, familiares, conocidos…«te permite reflexionar y descubres, por ejemplo, que un matemático no se dedica únicamente a dar clases sino que puede organizar muy bien una empresa», señala Sara Peinado. 12. No tener miedo. Cuando dudamos entre dos o más carreras el miedo a equivocarnos nos puede perjudicar. Pero empezar un grado y descubrir que no es lo que queríamos «no es una equivocación, ganamos criterio», dice Sara Peinado. Y si la nota no nos llega para elegir lo que realmente queremos, «hay un plan B, volverse a presentar para subir nota o elegir un grado similar que nos permita llegar a nuestra meta», recuerda Marga Montes.
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