Yo... Era un diamante en bruto y ahora seré el anticristo.
Tú... Eras la niña que me hubiera gustado conocer y amar, y que no tuviese que sufrir más, porque cuando pensaba en formar yo una familia, pensaba en darle a mi hijo todo el amor que sabía que debería haber recibido yo, y por eso tú, con nuestras cicatrices cruzadas en un mismo path (destino); podría trabajar para darle lustro al diamante que eres, sin que tuvieses que sufrir todo lo que habrías sufrido y lo que te quedaba por vivir...
Pero eso, no es la realidad. La realidad coge a un Romeo y una Julieta y los muele a hostias hasta que de queda algo semejante una masa deforme que empuja todo a su paso por la concentración de lodo que lleva consigo, y que ya forma parte de sí mismo, que soy yo. Que me pone la polla dura lo mismo que otro día haría que quiera pegarme un tiro en la boca y no morirme, para poder seguir expresando mi rabia con cuatro ó cinco disparos más y dándome de hostias con lo que quedase de cabeza contra un escritorio de roca pura.
Podría ser un ángel, pero mejor ser un Dios.
Podría ser un demonio y explotar lo terrenal al máximo, pero elijo intentar ser un Dios. Renunciar al ego; renuncio a lo que soy por corte de bisturí de millones de años de evolución para ser y seguir siendo un yo que sea algo más que yo.
Tú... Eras la niña que me hubiera gustado conocer y amar, y que no tuviese que sufrir más, porque cuando pensaba en formar yo una familia, pensaba en darle a mi hijo todo el amor que sabía que debería haber recibido yo, y por eso tú, con nuestras cicatrices cruzadas en un mismo path (destino); podría trabajar para darle lustro al diamante que eres, sin que tuvieses que sufrir todo lo que habrías sufrido y lo que te quedaba por vivir...
Pero eso, no es la realidad. La realidad coge a un Romeo y una Julieta y los muele a hostias hasta que de queda algo semejante una masa deforme que empuja todo a su paso por la concentración de lodo que lleva consigo, y que ya forma parte de sí mismo, que soy yo. Que me pone la polla dura lo mismo que otro día haría que quiera pegarme un tiro en la boca y no morirme, para poder seguir expresando mi rabia con cuatro ó cinco disparos más y dándome de hostias con lo que quedase de cabeza contra un escritorio de roca pura.
Podría ser un ángel, pero mejor ser un Dios.
Podría ser un demonio y explotar lo terrenal al máximo, pero elijo intentar ser un Dios. Renunciar al ego; renuncio a lo que soy por corte de bisturí de millones de años de evolución para ser y seguir siendo un yo que sea algo más que yo.
