COTIZALIA Alerta roja en el empleo: 14 de las 17 CCAA están en el grupo de más riesgo de la UE


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El mercado laboral español inicia la desescalada en una posición de extrema vulnerabilidad. El punto inicial es dramático en comparación con el resto de países de la eurozona, como están avisando diferentes instituciones. A partir de ahí, las decisiones políticas, empresariales y de los consumidores marcarán el daño definitivo, además del comportamiento del propio virus. Pero, de partida, más del 30% del empleo en casi todas las comunidades autónomas está directamente expuesto a los sectores más afectados por la crisis del coronavirus.
Un informe del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), una suerte de matriz de bancos centrales en Basilea desde donde se cuecen las nuevas regulaciones financieras, dibuja un mapa de elevado riesgo para España. Lo del mapa es literal. Todas las regiones están en alerta roja por la dependencia a las industrias más golpeadas y por el peso del empleo en las micropymes, 'a priori' más amenazadas que las medianas o grandes compañías.


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El análisis de los economistas del BIS Sebastian Doerr y Leonardo Gambacorta construye índices de riesgo para las diferentes regiones europeas que reflejan el porcentaje de empleo bajo amenaza por el covid-19. Es importante matizar que hay riesgo para toda la economía en una situación de crisis e incertidumbre radical, concepto acuñado por el exgobernador del Banco de Inglaterra Mervyn King y que ahora cobra más vigencia que nunca.

Pero el riesgo es profundamente desigual. Y el mercado así lo interpretó, como se pudo ver con las primas de riesgo, que obligaron al Banco Central Europeo (BCE) a disparar sus compras. El daño heterogéneo de esta crisis, además de provocar que haya regiones —en general, en el sur de Europa— donde más gente sufra la recesión, agrava la amenaza sobre el euro. Es decir, que haya una fragmentación financiera, lo que se ha convertido en la obsesión de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, tras el titubeo inicial. También los dos gobiernos con más peso en la eurozona, los de Alemania y Francia, han abierto la mano con la propuesta de un fondo de recuperación con 500.000 millones.


El índice de riesgo del estudio del BIS se basa en el empleo local en sectores más expuestos a la pandemia y en la incidencia regional de las pequeñas empresas, y en la interacción de ambos factores. “Nuestros resultados muestran que mientras varias regiones europeas tienen un empleo con alta participación de trabajadores en sectores particularmente expuestos a las consecuencias de la pandemia, la mayor proporción de empresas pequeñas en el sur de Europa pone el empleo en esas regiones particularmente en riesgo”, arguyen los economistas.

Así, hay tres mapas, y en todos los países mediterráneos como España, Italia y Grecia se llevan la peor parte, con especial foco en España en cuanto a exposición del empleo. Los sectores que el informe del BIS identifica como más golpeados son el transporte, el comercio minorista, ocio y hostelería y agencias de viajes. Con datos de la oficina estadística Eurostat, encuentran que las exposiciones sectoriales oscilan entre el 15% en el menor de los casos a lo largo de Europa, y el 57% en el máximo. La media es del 29%.


Exposición a sectores más vulnerables. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)
Exposición a sectores más vulnerables. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)

En España, casi todas las comunidades se sitúan por encima de este promedio. Salvo Navarra y Castilla y León, todas las regiones cuentan con una exposición superior al 31,57%. “La exposición regional varía a lo largo de Europa significativamente. Las regiones más expuestas predominan en España, Italia y Grecia, pero también en el noroeste de Alemania, en las repúblicas bálticas y en Reino Unido”, insisten los autores.

El estudio se centra en regiones con capacidad política, con medias de población normalmente entre 800.000 y tres millones de habitantes. En España son las comunidades autónomas. El otro factor clave para calibrar el riesgo sobre el mercado laboral, argumentan Doerr y Gambacorta: “Las pequeñas empresas suelen depender fuertemente de la demanda local y sufren restricciones financieras”.


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El segundo mapa del informe que publica el BIS muestra el porcentaje del empleo en empresas con menos de 10 empleados. En promedio, la dependencia de esta parte del tejido empresarial es del 35%, pero hay un rango que oscila entre el 16% y el 97%. Nuevamente, España está a la cabeza, junto con Italia y Grecia. La novedad en este caso es que se añade Francia. El porcentaje supera en 43,71% en todas las comunidades autónomas salvo el grupo de Cataluña, Navarra, País Vasco y Cantabria, que están entre el 34,43% y el umbral anterior, y la Comunidad de Madrid, que está en un peldaño anterior.


Peso de las micropymes en el empleo. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)
Peso de las micropymes en el empleo. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)

La mezcla de estas dos características, que para estos economistas marcan las divergencias en el repunte del paro por culpa de esta recesión, es lo que denominan el índice de riesgo sobre el empleo, en el que 14 de las 17 comunidades autónomas están en el grupo de regiones europeas en las que hay más riesgo sobre el empleo. “Los países del sur de Europa y Francia tienen una proporción significativa de regiones con un alto índice de riesgo de empleo. Varias regiones de Europa central y oriental tienen índices de riesgo intermedios, mientras que el norte de Europa tiene índices de riesgo generalmente más bajos”, resumen los expertos.


Índice de riesgo del empleo. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)
Índice de riesgo del empleo. (Fuente: Informe del BIS sobre el empleo ante el covid-19)

Por ahora, prosiguen, no hay datos oficiales a escala regional que recojan el impacto del desempleo. En España, por ejemplo, la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre es una media de tres meses que no sirve para calibrar el primer golpe de esta crisis. Mientras que el paro registrado de marzo y abril en el Servicio Público de Empleo (SEPE) tampoco muestra cuántos empleos se están destruyendo en España, aunque sí la pérdida de casi un millón de cotizantes a la Seguridad Social entre el 12 de marzo y el 30 de abril.

En cualquier caso, el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) ha sido la vía más usada por las empresas para enfrentarse al descenso de la actividad económica, el desplome de la demanda o unas expectativas lastradas por la falta de visibilidad sobre la reapertura de las fronteras. Hay 3,4 millones de asalariados en ERTE, casi uno de cada cinco ocupados en el primer trimestre, están en esta situación de letargo laboral, a lo que se suman 1,3 millones de autónomos que han solicitado la prestación por cese de actividad. Y no se sabe cuántos volverán al trabajo con normalidad, cuántos de forma parcial, o cuántos desgraciadamente sufrirán la destrucción de puestos de trabajo.


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Pese a la ausencia todavía de datos oficiales y fiables para conocer el repunte del desempleo a lo largo de Europa, lo que sí coincide con el índice del riesgo sobre el empleo que han elaborado Doerr y Gambacorta son las búsquedas de información en torno al paro. La intensidad de las búsquedas de la palabra “desempleo” en Internet, según Google Trends, se ha disparado en mayor medida en las regiones más amenazadas. La correlación es notable: por cada 10 puntos porcentuales de más riesgo según este indicador, hay 8 puntos porcentuales más en el índice comparativo entre regiones de búsquedas en Google.


Correlación entre riesgo para el empleo y búsquedas en Google Trends. (Fuente: Informe del Bis sobre el empleo ante el covid-19)
Correlación entre riesgo para el empleo y búsquedas en Google Trends. (Fuente: Informe del Bis sobre el empleo ante el covid-19)

“El hecho de que las personas en las zonas más afectadas también estén más preocupadas por el desempleo sugiere que los indicadores basados en el empleo local en las industrias más afectadas, junto con información sobre el empleo en pequeñas empresas, pueden identificar regiones donde el empleo se ve amenazado por las consecuencias económicas de la pandemia”, asegura el informe. El aumento de búsquedas sobre desempleo coincide con el desplome sobre cuestiones relacionadas con la movilidad, ante las restricciones generalizadas para frenar la pandemia.

Aviso del Banco de España

La advertencia para el mercado laboral español coincide con la realizada esta semana por Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en el Congreso. En la Comisión de Asuntos Económicos, el máximo responsable del supervisor, y ex director del servicio de estudios, explicó que las ramas de actividad más afectadas por la pandemia pesan el 25% del PIB, incluyendo hostelería, transporte o comercio minorista.


Peso de los sectores más golpeados. (Fuente: BdE con datos de Eurostat)
Peso de los sectores más golpeados. (Fuente: BdE con datos de Eurostat)

Como los economistas del BIS, Hernández de Cos también pone el foco en el peso de las microempresas, que cuentan con menos de 10 trabajadores. En 2019 suponían el 90% del conjunto del tejido empresarial, frente al 75% en Alemania. “El reducido tamaño medio de las sociedades no financieras sitúa al tejido productivo español en una posición de mayor vulnerabilidad frente a la pérdida de ingresos como consecuencia de la crisis del covid-19, dado que, con carácter general, las pymes cuentan con un menor acceso a la financiación externa y unos costes fijos más elevados en proporción de la facturación”, señaló el gobernador.

El ‘jefe’ del BdE agregó la temporalidad como un factor que amenaza la resistencia del mercado laboral frente a la recesión. España está a la cabeza en Europa en este ranking, con más del 25% frente a un promedio cercano al 15%. Entre marzo y abril, tres cuartas partes del empleo perdido corresponde a empleados con contrato temporal. Esto es dramático porque la crisis vuelve a incidir en los más débiles que, como recordó Hernández de Cos, “apenas pueden contar con protección alguna una vez que expira su contrato, salvo que se articulen medidas excepcionales que igualen esta protección” frente a los asalariados con contrato fijo.

Las previsiones de organismos como el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertan de que el paro escalará hasta sobrepasar el 20%. Hay que tener en cuenta que esta situación, de incertidumbre radical, resta fiabilidad a las proyecciones. Pero asumen ya la diferencia de golpes entre países. El FMI predijo en su informe de perspectivas, publicado el 14 de abril, una ratio del 20,8% a finales de año en España, frente al 14,41% del primer trimestre, y solo menos en Europa que el 22,3% esperado para Grecia. Para Italia espera un 12,7%; para Francia, un 10,4%; y para Alemania, un 3,9%.


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Como se ha dicho, un repunte de la desigualdad entre países volvería a amenazar el proyecto común europeo, como se vio en la crisis de deuda en 2011 y 2012. “La crisis del virus volverá a arrojar una sombra oscura sobre la estabilidad y la sostenibilidad europeas. Prevemos que los países europeos lleguen a fines de 2021 con una divergencia sin precedentes en su desempeño económico, en crecimiento y desempleo. Nos preocupa que esa divergencia renovada pueda volver a plantear dudas sobre el equilibrio norte-sur y la sostenibilidad de los actuales acuerdos”, asegura el departamento de estudios de Deutsche Bank en un duro informe en el que pide solidaridad europea para evitar que este aviso sea una realidad. O, al menos, que no sea insostenible.

El banco alemán estima un desempleo del 20% en los próximos trimestres, y se reduciría por debajo de este umbral a finales de 2021, al situar al mercado laboral español como el más vulnerable entre las grandes economías europeas. Deutsche Bank Research apunta que los ERTE están impidiendo un agujero histórico en el mercado laboral. Sin este mecanismo, o si se viera limitado, “el paro alcanzaría picos vistos en la crisis de deuda [el máximo fue del 27%] y permanecería alrededor del 20% durante muchos trimestres. Sin este esquema, el paro ya habría aumentado por encima del 30%”, llevando a España a “niveles social y políticamente insostenibles”.


Peso del empleo temporal y del sector servicios. (Fuente: Deutsche Bank Research)
Peso del empleo temporal y del sector servicios. (Fuente: Deutsche Bank Research)

La diferencia entre norte y sur se aprecia ya en los resultados económicos de las comunidades autónomas, pero también si se compara a la mayoría de regiones con las de otros países europeos. El mercado interpretó en las primeras semanas de crisis esta divergencia, lo que disparó las primas de riesgo. Lagarde dudó el 12 de marzo, y llegó a decir que no está para reducir los ‘spreads’ (diferenciales o primas de riesgo). Después reculó, y todo el BCE tuvo que matizar sus palabras, incluyendo para ello un programa especial contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) de 750.000 millones, del que ya ha consumido una cuarta parte para calmar los mercados, mientras crece la dependencia de la economía española con Fráncfort. La ‘jefa’ del BCE ahora lo tiene claro: “No permitiremos ningún riesgo de fragmentación financiera”. Veremos si esta vez es suficiente.

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