Me imagino a los dueños de esos "negocios" asquerosos, que se dedicaban a joder la salud de la gente CON y SIN pandemia, que defraudaban sistemáticamente y que cobraban precios abusivos ofreciendo un servicio nefasto, más propio del tercer mundo que de Europa, con sus fritangas reutilizadas todo el día y hasta toda la semana, con los alimentos a la vista siendo objetivo de esputos espontáneos, con sus nulas facturas cuando hacías una consumición, con sus "no aceptamos tarjeta"