Hasta marzo, el Banco Central Europeo (BCE) contaba con que la economía comunitaria creciese este año un 0,8%. Ayer, su presidenta, Christine Lagarde, reconoció que la economía de la Eurozona perderá un 8,7% en 2020, lo que supone una corrección de sus previsiones de casi diez puntos a la baja y una «contracción sin precedentes» en la economía del euro. También modificó la predicción del BCE sobre la evolución de la inflación, todavía más preocupante. Si en marzo esperaba un IPC del 0,8% para este año, ahora revisa la previsión hasta un 0,3% en 2020, un 0,8% en 2021 y un 1,3% en 2022. Uno de los principios más básicos de la macroeconomía es que cuando se inyecta dinero los... Ver Más