¿¡Y A MÍ QUÉ COÑO ME IMPORTA!?
¿Lo pilláis? Cuando sólo era un cebollino la gente me identificó con el payaso este.
En fin, para mí, la gracia es ser uno mismo y que la gente te acuñe. Hay bastante gente que me creen un amor de persona, algunos otros me odian y unos pocos me tienen miedo.
Tú, ahora mismo, eres otra más reviviendo su paja mental. Cuéntanos algo de ti de verdad.