Bueno está; otro tonto. Ya van dos chavalitos que prometían por desde cuando están registrados, pero a los que luego miras un poco y zas, en la cara: son monguers.
A ti ya nadie te va a convencer, porque el que es tonto, tonto se queda, pero no se te ocurra soltar gilipolleces por aquí o te vas a casa a beber agüita.