ABC La subida fiscal que planea el Gobierno amenaza con lastrar la recuperación


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La crisis del coronavirus está dejando al desnudo los diferentes márgenes fiscales que tienen los estados miembros para ayudar a sus empresas ante el golpe de la crisis. A esto se le suma otro factor negativo para las compañías nacionales: a la hora de hacer el ajuste en el futuro, el Gobierno mantiene su intención de subir el impuesto de Sociedades a grandes empresas, además de querer aprobar este año las tasas Google y Tobin que pueden tener consecuencias negativas en la inversión y el empleo en un momento en el que la economía se debe reponer de la mayor recesión desde la Guerra Civil (-9,2%). Los expertos consultados coinciden en señalar que habrá que acometer un ajuste para embridar el déficit público (el Ejecutivo prevé un 10,3% del PIB este año) y la deuda (115,5%), pero que una subida de Sociedades como la que estudia el Gobierno puede suponer un importante golpe a la actividad, justo cuando se estará saliendo de la recesión, por lo que es una opción poco recomendable. El Ministerio de Hacienda mantiene sus planes de subir a medio plazo Sociedades a las grandes empresas que repatríen beneficios del exterior –bajando la exención del 100% actual al 95%– y fijar un tipo mínimo de tributación del 15% y del 18% a los bancos y las petroleras. Esta es la principal fuente de ingresos que tiene el Ministerio sobre la mesa, con 1.776 millones anuales calculado antes de la epidemia. A ello se le sumará un alza de IRPF a los que ganan más de 130.000 euros en rentas del trabajo y el capital. En cuanto a las tasas Google y Tobin, la intención es aprobarlas para que entren en vigor a finales de este año. «Los impuestos más agresivos con el crecimiento económico son, en primer lugar, el impuesto sobre Sociedades, seguido del impuesto que grava las rentas personales. La imposición sobre el consumo es la forma menos lesiva al crecimiento», alerta el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense y director de estudios tributarios de Funcas, José Félix Sanz. Precisamente, este economista junto a Desiderio Romero-Jordán señalan que frente a Europa, los aplazamientos tributarios aprobados por el Gobierno son más largos que en la mayoría de países, pero tienen un volumen de recursos menor al de Alemania, Francia, o Italia porque solo benefician a empresas que facturan hasta seis millones y deuda de 30.000 euros: es decir, las medidas desplegadas a las grandes empresas son menores que las de los países de nuestro entorno. «España tiene un déficit de grandes empresas y todo lo que sea obstaculizar su creación, va en detrimento de la inversión y el empleo», incide el responsable económico de BBVA Research, Rafael Doménech, quien apuesta por aprobar reformas para impulsar el crecimiento y hacer que el gasto público sea más eficiente antes que subir impuestos. Precisamente, el acuerdo para derogar la reforma laboral entre el PSOE y Bildu va en sentido contrario. BBVA calcula que una reducción de nueve puntos del paro eleva en 6 puntos los ingresos públicos. Todo ello cuando el Ejecutivo prevé que el desempleo supere el 19%. Una investigación de Doménech junto a los economistas José E. Boscá y Javier Ferri calculó hace años que cada aumento en la presión fiscal de las rentas del capital de un punto del PIB detraía a la economía 1,22 puntos. En l caso de las cotizaciones de la Seguridad Social, por cada subida equivalente, el impacto negativo en la actividad era similar, siendo de 0,84 puntos en el IRPF del trabajo y 0,75 en el del consumo. «No es momento de subir impuestos ni de bajarlos aunque de 2021 en adelante necesitaremos un plan de ajuste presupuestario. Cuando se habla de la brecha de ingresos con la UE, lo primero es que nuestra presión fiscal está en línea con nuestro nivel de eficiencia de las administraciones. La gran diferencia de estructura fiscal con Europa está en la imposición indirecta, no en Sociedades ni en las rentas de capital», abunda Doménech, que avisa que si se aprueba la tasa Google en solitario, sin la UE, pasará factura a la inversión. España recauda un 2,5% del PIB en Sociedades frente al 2,7% de media europea. En el IRPF y el IVA la brecha es mayor: un 6,6% frente al 7,2% de media en este último y un 12,5% en Europa frente al 10,2% en España en Renta. El profesor de la Universidad Complutense, Jorge Onrubia, también alerta del «impacto sobre la actividad» de la tasa Tobin y aboga por «aparcar la subida del Impuesto en Sociedades». «Es injusto gravar los dividendos del exterior y a las grandes empresas de esta manera. Se viene haciendo una campaña de populismo fiscal en los últimos cuatro años con que pagan poco», denuncia, para abogar por bajar el tipo de Sociedades y eliminar las deducciones que tiene ahora el impuesto, suprimir ineficiencias en el sector público y bonificaciones en el IVA, junto a más impuestos verdes. «Pero si no hay un pacto fiscal entre PP y PSOE no veo esta reforma, sino solo parches», lamenta. Impuesto sobre grandes fortunas En cuanto a la propuesta de Podemos de crear un impuesto a las grandes fortunas a partir de un millón de euros para recaudar 11.000 millones de euros, ninguno de los expertos consultados cree que se podría ingresar una cantidad cercana y un informe de Freemarket avisa de la deslocalización de capitales. «La propuesta de impuesto a las grandes fortunas que se ha esbozado estos días en España es difícilmente valorable hasta que no se explicite su detalle. Por lo poco que se sabe de ella, me parece más bien una copia imprecisa de una corriente académica que ha surgido en los últimos años (Saez, Zucman, Piketty) que una propuesta que realmente haya sido analizada en serio por sus proponentes. Para que se haga una idea, Saez y Zucman proponen “un impuesto radical sobre la riqueza” para Estados Unidos consistente en aplicar el 2% a partir de los 50 millones de dólares de patrimonio (46 millones de euros) y un 3% a partir de los 1.000 millones de dólares (912 millones de euros), con los que esperarían recaudar el 1% del PIB. En España, Podemos propone un 2% para los patrimonios superiores al millón de euros, un 2,5% hasta los 10 millones de euros, un 3% a partir de los 50 millones y un 3,5% a partir de los 100 millones. Sorprendentemente, Podemos también afirma que recaudará el 1% del PIB. », considera José Félix Sanz. «Son los números del cuento de la lechera: es más vendible políticamente subirle los impuestos a los "ricos" pero no va a recaudar como sí haría un recargo en el IRPF a los que ganan más de 15.000 euros, que sería impopular», reflexiona Onrrubia. Como fuere, el Ministerio de Hacienda no hace suya la propuesta de Podemos y prefiere reformar la financiación autonómica para armonizar el Impuesto de Sucesiones y el de Patrimonio, subiéndolo en aquellas comunidades que ahora lo tienen fuertemente bonificado como Madrid. El desafío del próximo ajuste será todo un juego de equilibrismo entre sanear el sector público sin dañar a una actividad maltrecha.

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