destapeman
FUCK PUSSYS, YES BADASS
Moderador
Paladín de Nodo
Jinete de Nodo
Burgués de Nodo
Noderador
Nodero
Noder
Ingredientes para 4 personas:
- 4 patata medianas.
- 2 dientes de ajo.
- 200gr de panceta.
- 1 chorizo fresco.
- 3 cucharadas de pimentón ahumado de la Vera (nada de paprika ni mariconadas yankis).
- AOVE.
- Sal.
Lo más importante en cualquier elaboración culinaria es saber medir los tiempos, para que las cosas vayan saliendo según las vayamos necesitando y no tener que esperar demasiado para unas elaboraciones, sobrecocinar otras... etc Por eso lo primero que haremos será llenar una cazuela con agua para cocer las patatas, que es lo que nos llevará más tiempo. Es importante cocer las patatas con piel, para que los almidones de la patata no se diluyan en el agua de la cocción y para que la patata no absorba parte de ese agua. Simplemente las lavamos si vemos que tienen tierra antes de echarlas a la cazuela, con el agua justa. Echamos agua justa porque cuanto más agua echemos más tarda ésta en cocer. Además que no hay que derrochar agua. Con que nos cubra las patatas...
Depende de donde cocinemos nuestras patatas, puede tardar más o menos en cocer el agua. Lo normal en una vitrocerámica de inducción con un fuego del 1 al 9, con el fuego al 9 tardará unos 7-10 minutos, dependiendo de donde lo cocinemos. Cuando el agua se ponga a hervir, echamos las patatas. Tardarán unos 20 minutos de media, por lo que en ese tiempo no estaremos parados, iremos preparando el resto de elaboraciones.
Lo siguiente que haremos será poner una sartén a calentar, para que vaya cogiendo calor. Podéis ponerla a calentar a fuego fuerte primero para que coja el calor antes y mientras nuestra sartén coge calor y las patatas están en la cazuela, cortamos la panceta. Primero en lonchas, gorditas, no me seáis ratas. 200g serán unas 2 lonchas de medio dedo. Con 2 lonchas de entre medio dedo un dedo de grosor vamos perfecto. Una vez tengamos nuestras lonchas de panceta, las cortaremos en perpendicular para hacer tiritas. Lo mismo, hacedlas de un dedo de grosor porque luego en el calor se encogerán al perder casi toda la grasa.
Con la panceta cortada, la volcamos en la sartén que teníamos precalentando y bajamos el fuego a medio-bajo, yo en una vitrocerámica con 9 niveles de potencia, la pongo al 4. Tardará más o menos lo mismo en hacerse de las patatas, unos 15-20 minutos. Queremos que la panceta suelte su grasa pues es la base de sabor del plato. No añadiremos AOVE ni ningún otro tipo de grasa, la panceta se hará y dorará en su propia grasa. Cuando estén terminadas, nos quedarán tiritas crujientes en su exterior pero carnosas en su interior, el punto perfecto.
Mientras se hace la panceta, terminamos de preparar el resto de ingredientes. Loncheamos el chorizo fresco, que añadiremos a la panceta a los 10 minutos de haberla metido, cuando veamos que a la panceta le queden 5 minutos para terminarse de hacer. El chorizo soltará parte de su grasa y de su pimentón también a la grasa que ya soltó la panceta, por lo que le añadiremos otra base de sabor a nuestro plato.
Mientras se hace el chorizo y la panceta, picamos los ajos. A mi personalmente me gusta picarlos mucho para luego no encontrarlos en el plato, pero a quien le guste encontrar el ajo... que ponga como quiera. Como si no os queréis complicar la vida y echarlo entero aplastado a sofreír, pero a mi personalmente me gusta más picado porque le puedo sacar el germen (la raíz del centro para que no repita), lo puedo trocear por lo que no me lo encuentro en el plato y suelta todo el aroma que tiene el ajo y se hace antes. Pero lo dicho, eso es a gusto de cada uno. Si no queréis picarlo, os saltáis este paso y lo echáis entero o lo lamináis...
A este punto miramos las patatas que estarán ya cocidas seguramente. Para saber si una patata está cocida o no, pinchamos con un cuchillo en el centro de la patata, y si esta se desliza por el cuchillo y éste sale bien de la patata sin oponer resistencia (como un puré) las tenemos ya listas. Colamos las patatas y tiramos el agua y reservamos las patatas para que se enfríen un poco pero no mucho, puesto que la piel se pela mejor con la patata caliente.
Tenemos las patatas esperando para ser peladas. Revisamos la sartén y si la panceta está ya como queremos y el chorizo igual, los retiramos de la sartén y los dejamos en un cuenquito al lado para luego el emplatado. Eso si, no tiréis esa grasa que ha soltado la panceta y el chorizo porque os mato. Esa es la base de sabor para nuestras patatas. Una vez reservada la chicha, pelamos las patatas y cuando las tengamos peladas, echamos el ajo picado, o no, a la sartén con la grasa que teníamos reservada.
Doramos los ajos pero hay que ser rápido porque se queman en seguida al ser un alimento con poco agua. De ahí que tener todos los productos preparados de antemano sea importante. En este orden, con el fuego medio bajo, echamos primero el ajo y después un par de cucharadas de pimentón (dulce o picante o ambos, me la suda, pero que sea de la Vera) y rápido, porque el pimentón si que se quema enseguida, con el ajo picadito medio minuto al fuego lento, le echamos el pimentón y según lo echamos subimos a fuego alto y acto seguido echamos las patatas.
Las patatas las empapamos de nuestro mejunje mágico que hemos estado cocinando durante los últimos 20 minutos. Tenemos varias capas de sabor una tras otra, primero la grasa de la panceta, después la del chorizo y su pimentón, luego el ajo que también actúa como potenciador de sabor natural, y por último el toque extra de pimentón ahumado de la Vera. Las patatas se empararán de ese sabor. Con el mazo del mortero, vamos machacando las patatas en la sartén, haciendo que se empapen y chupen toda esa grasa condimentada que teníamos. Las patatas veréis que van tornando naranjas debido al pimentón. No se trata de un puré, se llaman revolconas porque una vez que tengamos las patatas machacadas, con el cucharón que hemos utilizado para cocinar el resto, las vamos "revolcando" en la sartén, el puré se irá haciendo solo, pero no es un puré, está bien dejar trozos de patata enteros para encontrarlos luego por ahí. Son distintas texturas. Probamos de sal que estará soso porque no le hemos echado sal en todo el cocinado a nada, así que lo corregimos ahora. ¿Cuánta sal? eso al gusto de cada uno. Si vemos que quedan muy secas lo corregimos con más AOVE. Que no os de miedo, no es un plato de régimen.
Si las patatas no quedan muy naranjas porque el chorizo no ha soltado mucho pimentón y no ha sido suficiente, no pasa nada, hacéis un hueco en el centro de la sartén, vertéis un chorro de AOVE y echáis ahí más pimentón, poco a poco hasta que quede en el punto que queráis.
Para terminarlo, lo servís en un plato hondo o los típicos cuencos de barro, bien castizos con el condumio (panceta y chorizo) por encima y junto a una cerveza bien fría, buaaaa que pedazo de aperitivo de domingo os habéis montado para toda la familia.
Sencillo, barato, rico y tradicional, un plato de toda la vida, que con un vino o una cerveza abre el apetito de la típica cena familiar de los domingos o una comida de amigos...
Un toque me gusta a mi, es echarle al final cuando lo emplatas un poco de orégano por encima. Le da un toque a campo y lo hace más rústico. Aunque no es parte de la receta oficial.
- 4 patata medianas.
- 2 dientes de ajo.
- 200gr de panceta.
- 1 chorizo fresco.
- 3 cucharadas de pimentón ahumado de la Vera (nada de paprika ni mariconadas yankis).
- AOVE.
- Sal.
Lo más importante en cualquier elaboración culinaria es saber medir los tiempos, para que las cosas vayan saliendo según las vayamos necesitando y no tener que esperar demasiado para unas elaboraciones, sobrecocinar otras... etc Por eso lo primero que haremos será llenar una cazuela con agua para cocer las patatas, que es lo que nos llevará más tiempo. Es importante cocer las patatas con piel, para que los almidones de la patata no se diluyan en el agua de la cocción y para que la patata no absorba parte de ese agua. Simplemente las lavamos si vemos que tienen tierra antes de echarlas a la cazuela, con el agua justa. Echamos agua justa porque cuanto más agua echemos más tarda ésta en cocer. Además que no hay que derrochar agua. Con que nos cubra las patatas...
Depende de donde cocinemos nuestras patatas, puede tardar más o menos en cocer el agua. Lo normal en una vitrocerámica de inducción con un fuego del 1 al 9, con el fuego al 9 tardará unos 7-10 minutos, dependiendo de donde lo cocinemos. Cuando el agua se ponga a hervir, echamos las patatas. Tardarán unos 20 minutos de media, por lo que en ese tiempo no estaremos parados, iremos preparando el resto de elaboraciones.
Lo siguiente que haremos será poner una sartén a calentar, para que vaya cogiendo calor. Podéis ponerla a calentar a fuego fuerte primero para que coja el calor antes y mientras nuestra sartén coge calor y las patatas están en la cazuela, cortamos la panceta. Primero en lonchas, gorditas, no me seáis ratas. 200g serán unas 2 lonchas de medio dedo. Con 2 lonchas de entre medio dedo un dedo de grosor vamos perfecto. Una vez tengamos nuestras lonchas de panceta, las cortaremos en perpendicular para hacer tiritas. Lo mismo, hacedlas de un dedo de grosor porque luego en el calor se encogerán al perder casi toda la grasa.
Con la panceta cortada, la volcamos en la sartén que teníamos precalentando y bajamos el fuego a medio-bajo, yo en una vitrocerámica con 9 niveles de potencia, la pongo al 4. Tardará más o menos lo mismo en hacerse de las patatas, unos 15-20 minutos. Queremos que la panceta suelte su grasa pues es la base de sabor del plato. No añadiremos AOVE ni ningún otro tipo de grasa, la panceta se hará y dorará en su propia grasa. Cuando estén terminadas, nos quedarán tiritas crujientes en su exterior pero carnosas en su interior, el punto perfecto.
Mientras se hace la panceta, terminamos de preparar el resto de ingredientes. Loncheamos el chorizo fresco, que añadiremos a la panceta a los 10 minutos de haberla metido, cuando veamos que a la panceta le queden 5 minutos para terminarse de hacer. El chorizo soltará parte de su grasa y de su pimentón también a la grasa que ya soltó la panceta, por lo que le añadiremos otra base de sabor a nuestro plato.
Mientras se hace el chorizo y la panceta, picamos los ajos. A mi personalmente me gusta picarlos mucho para luego no encontrarlos en el plato, pero a quien le guste encontrar el ajo... que ponga como quiera. Como si no os queréis complicar la vida y echarlo entero aplastado a sofreír, pero a mi personalmente me gusta más picado porque le puedo sacar el germen (la raíz del centro para que no repita), lo puedo trocear por lo que no me lo encuentro en el plato y suelta todo el aroma que tiene el ajo y se hace antes. Pero lo dicho, eso es a gusto de cada uno. Si no queréis picarlo, os saltáis este paso y lo echáis entero o lo lamináis...
A este punto miramos las patatas que estarán ya cocidas seguramente. Para saber si una patata está cocida o no, pinchamos con un cuchillo en el centro de la patata, y si esta se desliza por el cuchillo y éste sale bien de la patata sin oponer resistencia (como un puré) las tenemos ya listas. Colamos las patatas y tiramos el agua y reservamos las patatas para que se enfríen un poco pero no mucho, puesto que la piel se pela mejor con la patata caliente.
Tenemos las patatas esperando para ser peladas. Revisamos la sartén y si la panceta está ya como queremos y el chorizo igual, los retiramos de la sartén y los dejamos en un cuenquito al lado para luego el emplatado. Eso si, no tiréis esa grasa que ha soltado la panceta y el chorizo porque os mato. Esa es la base de sabor para nuestras patatas. Una vez reservada la chicha, pelamos las patatas y cuando las tengamos peladas, echamos el ajo picado, o no, a la sartén con la grasa que teníamos reservada.
Doramos los ajos pero hay que ser rápido porque se queman en seguida al ser un alimento con poco agua. De ahí que tener todos los productos preparados de antemano sea importante. En este orden, con el fuego medio bajo, echamos primero el ajo y después un par de cucharadas de pimentón (dulce o picante o ambos, me la suda, pero que sea de la Vera) y rápido, porque el pimentón si que se quema enseguida, con el ajo picadito medio minuto al fuego lento, le echamos el pimentón y según lo echamos subimos a fuego alto y acto seguido echamos las patatas.
Las patatas las empapamos de nuestro mejunje mágico que hemos estado cocinando durante los últimos 20 minutos. Tenemos varias capas de sabor una tras otra, primero la grasa de la panceta, después la del chorizo y su pimentón, luego el ajo que también actúa como potenciador de sabor natural, y por último el toque extra de pimentón ahumado de la Vera. Las patatas se empararán de ese sabor. Con el mazo del mortero, vamos machacando las patatas en la sartén, haciendo que se empapen y chupen toda esa grasa condimentada que teníamos. Las patatas veréis que van tornando naranjas debido al pimentón. No se trata de un puré, se llaman revolconas porque una vez que tengamos las patatas machacadas, con el cucharón que hemos utilizado para cocinar el resto, las vamos "revolcando" en la sartén, el puré se irá haciendo solo, pero no es un puré, está bien dejar trozos de patata enteros para encontrarlos luego por ahí. Son distintas texturas. Probamos de sal que estará soso porque no le hemos echado sal en todo el cocinado a nada, así que lo corregimos ahora. ¿Cuánta sal? eso al gusto de cada uno. Si vemos que quedan muy secas lo corregimos con más AOVE. Que no os de miedo, no es un plato de régimen.
Si las patatas no quedan muy naranjas porque el chorizo no ha soltado mucho pimentón y no ha sido suficiente, no pasa nada, hacéis un hueco en el centro de la sartén, vertéis un chorro de AOVE y echáis ahí más pimentón, poco a poco hasta que quede en el punto que queráis.
Para terminarlo, lo servís en un plato hondo o los típicos cuencos de barro, bien castizos con el condumio (panceta y chorizo) por encima y junto a una cerveza bien fría, buaaaa que pedazo de aperitivo de domingo os habéis montado para toda la familia.
Sencillo, barato, rico y tradicional, un plato de toda la vida, que con un vino o una cerveza abre el apetito de la típica cena familiar de los domingos o una comida de amigos...
Un toque me gusta a mi, es echarle al final cuando lo emplatas un poco de orégano por encima. Le da un toque a campo y lo hace más rústico. Aunque no es parte de la receta oficial.